The System Has Failed

Tras la caída del muro de Berlín en 1989 y finalmente la desintegración total de la Unión Soviética en 1991, el mundo vio por fin un soplo de libertad, una nueva era de justicia resplandecía el mundo. Se acabó la guerra fría y la ola comunista que acechaba desde 1917 el mundo con su tiranía roja, era la hora de la democracia. Fue el paso del libre mercado, la globalización. Las multinacionales empezaron a llegar a todas partes del mundo, desde el este de Europa, hasta la China “roja” con su reforma económica. Finalmente el mundo había llegado al climax, no hacia falta más revoluciones, estaba claro que los ideales revolucionarios se habían convertido en todo un sistema utópico.

Todo el mundo se podía considerar (y se considera) un burgués, pues tenían coche, vivienda, trabajo. Pero hoy en día, veinte años después de estos hechos, hemos podido contemplar, como todos estos bienes se convirtieron en humo. La gente se hipotecó (y se hipoteca) hasta el cuello, podía permitírselo su salario. Pero tras un bache en la economía, las hipotecas suben, los salarios bajan, y los que creían ser “burgueses” se quedan sin coche, sin casa y dios no quiera que sin trabajo. El paro aumenta, las pequeñas empresas dejan de existir y los autónomos son la primera carne de cañón.

Tras estos años de predominio capitalista, las crisis financieras han proliferado por toda la economía, hasta haberse traducido en una enorme crisis económica mundial. El paro nunca ha tenido tanta gente en sus filas, lo que da juego a la patronal para tener un ejercito de gente que este dispuesta a currar por cualquier trabajo mal pagado. Los sindicatos no son críticos con el gobierno socialista que apoyan y dejan al obrero desprotegido. La crisis producida principalmente por los bancos se paga de las arcas del estado, es decir, por los impuestos pagados por todos los ciudadanos que a su vez son los más perjudicados. Todo para salvar a los bancos. En cambio se privatiza cada vez más la educación mediante el plan Bolonia. Parece que a los bancos les gusta el sistema socialista, y recibir prestamos del Estado, pero en cambio los ciudadanos debemos aguantar el capitalismo cada vez mas extremo.

Si volvemos de nuevo atrás en el tiempo, al trascurso de los últimos veinte años, podemos contemplar un nuevo concepto en el vocabulario, las guerras preventivas. Los países desarrollados (o también conocidos como explotadores) atacan a los países en vías de desarrollo (o también conocido como explotados) para arrasar sus recursos que por otra parte escasean en nuestros países. Además de ser objetivo de las multinacionales para crear industrias de mano barata ¿Se abolió la explotación? No nos engañemos, no se ha abolido, lo que pasa es que no la vemos. Es la nueva era de la colonización, pero ahora, se hace tras una cortina llamada “misiones de paz” que poco tienen que ver con su nombre.

También se puede contemplar el concepto fugaz de democracia que tenemos. Creemos disfrutar de una verdadera democracia y su único funcionamiento es la elección de dos partidos mayoritarios cada cuatro años, que seguirán haciendo lo que les manda la Europa Capitalista, el neoliberalismo, e intentado echar mierda al otro para ganar las elecciones. La actual democracia se puede reflejar en las palabras oportunismo y populismo. Pero claro, ya es motivo para darles clases de democracia a otros países. No nos engañemos, echar una papeleta cada cuatro años NO es democracia.

Y es mucho más triste si analizamos la situación de los medios de comunicación. Todos estos están controladas por empresas privadas y a su vez por uno de los dos partidos políticos dominantes, que deformaran la realidad a su gusto y te invitaran a entrar en una sociedad consumista. Todos los informativos nos venden los mismo y nos dan las mismas noticias, si analizásemos cada una de las noticias, podríamos encontrar todas las tergiversaciones, exageraciones y deformaciones de la realidad que inducen al receptor a la confusión y por lo tanto nos forman una imagen que casi siempre es incorrecta. Estos medios, siempre enfocan su odio a ciertos personajes o países que generalmente están en contra del sistema liberal, para así, dirigir a la sociedad contra ellos. Crean un ejercito que este a su favor.

Todo nos lleva al control de las empresas y los bancos a nivel económico y cultural. Vivimos esclavos de una dictadura económica mundial, las empresas y los bancos controlan desde tu coche hipotecado hasta los medios de comunicación. Estamos atados ingenuamente al sistema. Somos esclavos.