lunes, 17 de mayo de 2010

La nueva religión, la democracia



La democracia esta sucumbiendo, cayendo en el más terrorífico de los olvidos del hombre. Los votos en blanco llenan cada vez más las urnas al igual que la ausencia electoral deja cada vez más vacíos los colegios electorales. Pero somos los jóvenes los que cabalgamos esta nueva tendencia. “Total, si salga quien salga, no va a cambiar nada” es una típica frase del germen que se esta extendiendo, el del olvido a la democracia. Pero no se les puede culpar. ¡Es normal que hayan dejado de creer en la democracia! El marco político actual, ha sido vetado y no lleva a ningún sitio. El brutal bipartidismo ha conseguido que los jóvenes, (los que debemos mover el mundo al fin y al cabo), aborrezcan la política y prefiramos irnos de botellón antes que a una manifestación por defenderlo. La democracia se ha convertido en una religión indígena, la cual, la poca gente que cree en ella, se convierta en un verdadero bicho raro. Los que han vivido la dictadura franquista y la sangrienta transición, van a votar porque han luchado por la mínima democracia que podemos disfrutar, por la sangre derramada con que se ha conseguido ese derecho de meter un papel en una urna cada cuatro años, aunque sea para votar en blanco. Pero si los que creen en la democracia son un bicho raro, los que creen en un partido político, son un verdadero extraterrestre traído de alguna galaxia lejana. Si la democracia es la religión, los partidos políticos son los dioses, en los cuales debemos tener fe. Tener fe de que nos den una señal desde allí arriba, en el poder, para tener un trabajo y una casa. Pero la mayoría, a pesar de votar a un partido, sabe, que no va a cambiar nada y si lo cree es un verdadero iluso.

La televisión es el lugar donde podemos adorar a nuestros dioses demócratas, al igual que los cristianos tienen iglesias o los musulmanes tienen mezquitas. Los podemos ver ¡e incluso nos hablan! Se les llena la boca con la palabra democracia, pero sus falsas promesas hacen que cada vez confiemos menos en ellos.

El sistema electoral y democrático tiene un fallo, todos los sabemos o nos damos cuenta poco a poco. El bipartidismo crece, y a su vez los partidos dan vueltas de campana a sus ideales. El de derechas pasa a ser de izquierda y el de izquierdas de derecha. ¡Que locura! Y es el sistema electoral es el mismo que perjudica a los partidos políticos más pequeños y tristemente con más iniciativas. Pero claro, los partidos más importantes no pueden dejar que otros partidos minoritarios vayan escalando y aumentando su número de creyentes. Deben enseñarle a la ciudadanía, que los pequeños partidos siempre lo seguirán siendo, y que no tienen un millón de votos, sino dos escaños.

Esta es la triste realidad, la democracia esta pasando cada vez más rápido a convertirse en una religión. Los políticos que están en el parlamento, es decir los dioses que están en el cielo, se van alejando cada vez más de los ciudadanos, del pueblo. Debemos tener fe, nos lo piden en cada mitin, “Confiad en nosotros”. Pero a pesar de las manifestaciones, nunca nos hacen caso, pero siguen pidiendo confianza. Al igual que por mucho que recemos a cualquier Dios, nunca nos concederá lo que pedimos, pero los religiosos siguen pidiendo fe.

¿Cuándo vamos a reformar esta falsa democracia? ¿Este sistema democrático que se parece más a una religión que a una democracia? Al fin y al cabo, vivimos en la misma mierda dictatorial que hace cuarenta años, lo único que hoy votamos quien nos tiraniza.

1 comentario:

  1. Lo que hace Mafalda en la viñeta lo hice yo durante una semana (y aún lo hago) cuando estudié la definición de "democracia"

    ResponderEliminar