viernes, 18 de febrero de 2011

La alienación consumista

El sistema capitalista, ha sabido crear a día de hoy, su propio modelo de sociedad. Usando sus propias herramientas como puede ser la publicidad, ha creado una sociedad “perfecta” en relación al sistema. Sin lugar a dudas, el libre mercado y sus contradicciones no habrían podido llegar al siglo XXI sin tener esta sociedad, sin construir “su sociedad” necesaria, desvinculada de cualquier vista crítica, de cualquier ideológica y opinión construida por sí mismo. Ha sabido fabricar simples maquinas cuya única función es consumir y trabajar para de esta forma, ser participes y constructores del mismo modelo de mercado.

Por ello hablo hoy de “alienación consumista”. Este termino, fue usado por Karl Marx haya en el siglo XIX relacionándolo con la perdida de la personalidad de los obreros en las fábricas, siendo usados y tratados como simples herramientas de la producción y dicho termino tampoco lo debemos olvidar, pues hoy (siglo XXI recordemos) sigue vigente y resplandeciente en el sistema. Pero hoy, como ya he dicho, podemos hablar de “alienación consumista” que no es más ni menos que la despersonalización de la sociedad. Somos bombardeados mediaticamente con anuncios que nos invitan a consumir productos que por otra parte en la mayoría de los casos no necesitamos. Somos bombardeados con la moda que hace desposeernos de nuestra opinión sobre el producto de la ropa y nos obliga a aceptar lo que en un tiempo “esta de moda”, además, esta es un arma de doble filo, pues no sirve ni más ni menos que para renovar nuestro vestuario cada X tiempo incitándonos así a consumir. Por ello, la sociedad solo se preocupa en consumir, no se preocupan por el entorno que les rodeada actualmente de desempleo y calamidad y un futuro aun peor. Dejan de tener una visión crítica de la vida política y económica del país y si la tienen, no la manifiestan de ningún modo.

De esta forma, podemos agregar otro término marxista y contextualizarlo a la realidad. El fetichismo, el cual Marx lo relaciona con la mercancía, dando a entender que es el producto el que determina la voluntad del productor de producirlo y no su voluntad de autoconsumo. Resumiendo, es la oferta y la demanda la que “ordena” al productor fabricar tantos bienes y no es el mismo productor el que lo elige. Esto no esta ni mucho menos descartado en el sistema de producción de hoy en día, pero relacionado con el tema anterior, podemos hablar de fetichismo sobre el poder que tiene el producto que “esta de moda” de inducir al consumidor a comprarlo y no es el consumidor el que lo elige, es decir, el individuo se desposee de la personalidad y aprueba lo que en un tiempo esta aceptado y demandado por el mercado. Esto nos lleva de nuevo a que el sistema influye en la sociedad y la hace desposeerse de su cualidad de elección, es el sistema de oferta y demanda el que traspasando las fronteras del mercado induce al consumir a demandar un producto

Retomando el fenómeno de la alienación, podemos observar como nuestro modelo educativo dentro de la universidad esta siendo despojado de la visión crítica, estamos dejando atrás la educación por conocimientos y el estudio por aprender y crecer como personas. Los masters están siendo impartidos por empresas privadas (además estos son muy costosos) que no nos enseñan ni más ni menos como ser una buena herramienta para su empresa. A nosotros, los jóvenes, con todas estas herramientas del sistema capitalista, nos han arrancado dos de nuestras cualidades más brillantes, la rebeldía y los ideales. Esto les quita un gran peso a los participes de este sistema. Como estamos viendo en Oriente Próximo, la mayoría de los personajes en las revueltas y las mejoras sociales son los jóvenes.

¡Dejemos de ser utilizados! ¡Rebelémonos jóvenes del mundo, por un futuro y un mundo mejor, pues siempre lo hay y solo se consigue luchando!

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